Los objetivos anuales son metas a corto
plazo que las organizaciones deben alcanzar para poder lograr sus objetivos a
largo plazo. Al igual que los objetivos a largo plazo, los objetivos anuales
deben ser medibles, cuantitativos, desafiantes, realistas, consistentes y
jerarquizados. En una empresa grande, estos objetivos deben establecerse en los
niveles corporativo, divisional y funcional. Los objetivos anuales deben
formularse en términos de logros en el área de administración, de marketing, de
finanzas y contabilidad, de producción y operaciones, de investigación y
desarrollo y de sistemas de administración de información (MIS). Para cada
objetivo a largo plazo es necesaria una serie de objetivos anuales. Los
objetivos anuales son especialmente importantes en la implementación de
estrategias, en tanto que los objetivos a largo plazo son importantes para la
formulación de estrategias. Los objetivos anuales son la base para la
asignación de recursos.
Los
objetivos anuales son especialmente importantes en la implantación estratégica,
mientras que los objetivos a largo plazo son importantes sobre todo en la
formulación de a estrategia. Los objetivos anuales representan la base para la
distribución de los recursos.
Esta política permite hacer
frente a dos tipos de verificaciones:
1. La relativa
a la saturación de los mercados financieros en número de cuentas.
2. La que
hace referencia al elevado porcentaje de cuentas inactivas.
https://www.youtube.com/watch?v=0hrmH4XB4xg
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