domingo, 24 de junio de 2018

5.3. OBJETIVOS ANUALES Y POLÍTICAS DE DISTRIBUCIÓN












Los objetivos anuales son metas a corto plazo que las organizaciones deben alcanzar para poder lograr sus objetivos a largo plazo. Al igual que los objetivos a largo plazo, los objetivos anuales deben ser medibles, cuantitativos, desafiantes, realistas, consistentes y jerarquizados. En una empresa grande, estos objetivos deben establecerse en los niveles corporativo, divisional y funcional. Los objetivos anuales deben formularse en términos de logros en el área de administración, de marketing, de finanzas y contabilidad, de producción y operaciones, de investigación y desarrollo y de sistemas de administración de información (MIS). Para cada objetivo a largo plazo es necesaria una serie de objetivos anuales. Los objetivos anuales son especialmente importantes en la implementación de estrategias, en tanto que los objetivos a largo plazo son importantes para la formulación de estrategias. Los objetivos anuales son la base para la asignación de recursos.

Los objetivos anuales son especialmente importantes en la implantación estratégica, mientras que los objetivos a largo plazo son importantes sobre todo en la formulación de a estrategia. Los objetivos anuales representan la base para la distribución de los recursos.

Esta política permite hacer frente a dos tipos de verificaciones:

1.    La relativa a la saturación de los mercados financieros en número de cuentas.

2.    La que hace referencia al elevado porcentaje de cuentas inactivas.

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