Es
incuestionable que las empresas deben centrar en la ESTRATEGIA, la base de sus
decisiones empresariales en tiempos de crisis como el actual. Es decir, tomar
las decisiones adecuadas y no basadas en actos continuistas y de verlas venir,
aguantando cómo se puede el chaparrón.
El fin de la ESTRATEGIA es conseguir, alcanzar, una posición competitiva diferente, con una cartera de clientes fieles y difícilmente imitable. Se deben volver a definir los competidores, los mercados y hasta los sectores.
Eso implica revisar su plan ESTRATÉGICO y del modelo de negocio, lo que significa, en definitiva, estar dispuesto a cambiar. Introducir cambios exige replantearse el conjunto de decisiones que la empresa ha tomado en relación con su cadena de valor. Desde la I+D hasta el servicio post-venta. Y decidir, en qué quiere diferenciarse la empresa en relación a sus competidores ya que ni se puede ser el mejor en todo ni dirigirse a todo tipo de clientes.
https://www.youtube.com/watch?v=2UXNgF5sdRk
No hay comentarios.:
Publicar un comentario